Un libro para repensar a Julio Ramón Ribeyro

El botín de los años inútiles ofrece un nuevo acercamiento al autor de La palabra del mudo, sobre quien se ha escrito mucho y nadie duda en reconocer sus méritos como narrador. ¿Fue La tentación del fracaso su gran obra? El libro incluye como bonus track tres entrevistas, una de ellas a la viuda del escritor.

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Escribir era un acto complementario al placer de fumar, decía Ribeyro. (Foto: Vera Lentz)

 

Por Jaime Cabrera Junco
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¿Es justo llamar a Julio Ramón Ribeyro un clásico? Para empezar, ¿qué es un clásico? ¿Nos referimos solo a un autor canónico, que todos deberíamos leer? Una mirada a la obra, pero también a la dimensión humana de Ribeyro es la que encontramos en El botín de los años inútiles, un libro que reúne un conjunto de ensayos sobre el gran narrador adicto al tabaco, los cuales fueron presentados como ponencias en una jornada de estudios organizada por la Universidad La Sorbona (París) en setiembre de 2013.

Bajo la coordinación de los investigadores peruanos Paul Baudry e Ina Salazar esta publicación -editada por Altazor- busca salir del homenaje y más bien pretende servir de nuevo punto de partida para poner en contexto la obra de Ribeyro y resaltar algunas paradojas presentes en ella. Por ejemplo, el título del libro es extraído del epígrafe de Prosas apátridas y pertenece a Rabindranath Tagore. Lo paradojal está en el valor que puede tener lo aparentemente inútil, en este caso la escritura. La contradicción en este título se trasluce, además, en toda la obra ribeyriana.

¿Y cuál es la mayor paradoja de Ribeyro?, le pregunto a Paul Baudry.

-Es una pregunta complicada pero quizás una de las paradojas en Ribeyro haya sido haber tenido tantas ganas de vivir y, al mismo tiempo, haberse autodestruido tanto con el tabaco. No lo digo desde una perspectiva ingenuamente salutista: esa contradicción formaba parte de su proceso creativo. En Solo para fumadores, por ejemplo, Ribeyro establece una relación de proporcionalidad entre los cigarrillos consumidos y la cantidad de palabras escritas. Es un texto donde la violencia del acto de escribir también se cifra en el costo vital.

ElBotinRibeyro_post2Para Baudry -quien recientemente vino de Francia para presentar el libro- el objetivo principal de El botín de los años inútiles es poner en movimiento a la crítica ribeyriana, sobre todo a través de tres aspectos: el posicionamiento socioliterario de su obra, el espacio en el que se desenvuelven sus textos y, finalmente, las posturas de Ribeyro como autor. A través de ensayos de estudiosos peruanos y españoles, el libro da un nuevo aire a la crítica sobre el autor, cuyo prestigio y reconocimiento -una ironía ribeyriana- se acrecentó años después de su fallecimiento.

Otro aporte de El botín de los años inútiles son las entrevistas que incluye como anexo. Una de estas fue realizada a Alida Cordero, viuda de Ribeyro, quien revela, por ejemplo, que éste nunca se quejaba ni se lamentaba de su suerte con ella o con otras personas. Los lamentos solo los transmitía por escrito. Para Baudry esto, que en apariencia es una contradicción, es más bien una postura literaria de Ribeyro. Así como se tiene una idea de un Vallejo melancólico cuando hay versiones de que fue un hombre amiguero y jovial, el narrador miraflorino habría creado este personaje que leemos en La tentación del fracaso. «Hay que pensar en sus diarios como un libro intencional», comenta Baudry.

En lo político Ribeyro parece estar más allá del bien y del mal. Mientras Mario Vargas Llosa lo criticó por haber recibido la Orden del Sol en 1986 del gobierno de Alan García, aquel episodio no opacó su obra. Es más, según recuerda el editor Jaime Campodónico –en entrevista incluida en el libro-, cuando presentaron Prosas apátridas en el auditorio de la Municipalidad de Miraflores la gente le gritaba: «Julio Ramón es del pueblo». Era la década del 90 luego de la derrota electoral de Vargas Llosa.

-No creo que a Vargas Llosa se le tenga cariño, se le tiene admiración -afirma Baudry al recordar las vidas paralelas de los dos autores. Uno joven y disciplinado, el otro maduro y sin un orden estricto para escribir. Uno exitoso, el otro de perfil bajo. El futuro Nobel interesado en la polémica política, el otro sin ningún cálculo ni proyección. Vargas Llosa afincado en Europa, Ribeyro volviendo a Lima para quedarse definitivamente. Incluso, el ilustre fumador más fotogénico que el multilaureado novelista.

El botín de los años inútiles es, entonces, una propuesta que busca actualizar el enfoque con el que se aborda la obra ribeyriana, cuyo mérito nadie pone en duda, pero que es válido encontrar algunas divergencias, especialmente cuando se discute si fue un gran cuentista o si su gran obra fue el libro testimonial que escribió bajo la forma de diarios. ¿Es esta otra paradoja más?

 

BONUS TRACK:

Vea y escuche nuestra entrevista a Paul Baudry, coordinador de El botín de los años inútiles.

 

 



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