Los niños góticos de Javier Arévalo

¿Se imaginan a José Carlos Mariátegui, José María Eguren, Abraham Valdelomar, César Vallejo y Luis Alberto Sánchez conspirando juntos contra el establishment? Cuando leí el título de esta novela, pensé erróneamente que se trataba de una novela que abordaba el mundo juvenil de los góticos. Pero estos ‘niños góticos’ resultaron ser un grupo de intelectuales de comienzos del siglo XX protagonistas de una historia con tintes policiales.

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Por Jaime Cabrera Junco

Tengo que confesar algo. Cuando recién tuve esta novela en mis manos la recibí con poco entusiasmo y la ‘culpa’ la tuvo el título: Los niños góticos. Me esperaba una historia de jóvenes rebeldes, vestidos de negro y llenos de piercing. Sin embargo, cuando empecé a leer la primera página y veía que cada capítulo tenía títulos y se precisaba la hora en que ocurría la acción, de inmediato entendí que se trataba de una novela con tintes policiales y con un suspenso, que no miento, me motivó a seguir leyendo para ver qué pasaba.

Los ‘niños góticos’ de esta novela de Javier Arévalo resultaron ser intelectuales fácilmente reconocibles aunque no se los mencione con sus apellidos. Los poetas José María Eguren (Josemari en la novela), César Vallejo; así como Abraham Valdelomar, José Carlos Mariátegui y un jovencísimo Luis Alberto Sánchez; todos ellos cómplices de un intento por cambiar el sistema, pero que al final son víctimas de un complot que acabará con sus vidas.

«Me interesan mucho las tramas policiales, la tensión del suspenso para involucrar al lector en la continuación del relato», me dijo Arévalo cuando conversamos acerca de su novela y razón no le falta. El libro tiene un lenguaje sencillo y ese es un mérito, porque uno pasa por sus 384 páginas sin andar mirando cuántas quedan por leer.

Si bien es cierto ayuda mucho que los personajes principales de la obra hayan existido, lo lúdico de la novela es que uno por momentos podría quedarse pensando en ¿qué pasaría si estos hechos realmente hubieran sucedido? El autor juega con eso y ya sabemos que la ficción tiene por mérito hacer pasar por cierto lo que nunca ocurrió. Si bien se trata de una versión libre, por las referencias históricas y por el ambiente se nota que ha habido una investigación que le da solidez al relato.

No sí ustedes ya leyeron Los niños góticos, pero ya que veo que los comentarios de los últimos post son tan apasionados (y gracias por eso), solo les digo una cosa: los libros son como las personas en el sentido de que hay obras que sugieren cosas e impactan a algunos lectores, pero a otros no. Al final uno lee lo que quiere.

FICHA TÉCNICA

Título: Los niños góticos
Autor: Javier Arévalo
Editorial Estruendomudo
Lima, 2010
384 páginas

El Top 5 de Javier Arévalo

1. Rayuela, de Julio Cortázar.
2. Un hombre, de Oriana Fallaci
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4. El artista del mundo flotante, de Kazuo Ishiguro.
5. Ivanhoe, de Walter Scott.
Entre tantas…