La Libre de Barranco, víctima del ‘boom inmobiliario’

 

Los serios daños en la estructura de la vivienda que albergaba además su librería, obligaron a La Libre de Barranco a cerrar sus puertas sin obtener hasta ahora una respuesta satisfactoria de las autoridades ni de la inmobiliaria que construye un edificio en la zona contigua.

 

Ana Bustinduy y Carlos Lorenzo, libreros de corazón, vinieron desde España a hacer lo que ningún vecino barranquino se atrevía: abrir una librería en el distrito más literario de Lima. Y no solo eso, pues La Libre es también un espacio para el diálogo y para el arte. Lamentablemente este oasis librero ha cerrado desde el 25 de abril pasado debido a los daños causados en su vivienda-librería —de la calle San Martín 144─ por una empresa inmobiliaria que no reconoce su culpa, así también de la indolencia de la Municipalidad que no ha ayudado a resolver este problema.

Según el artículo publicado en la sección Luces del diario El Comercio, esta historia se originó cuando los propietarios de la vivienda ─de la cual Ana y Carlos son inquilinos─ decidieron dividir la mitad de esta para venderla a la constructora Grupo Edificando, la cual inició una demolición para luego construir un edificio multifamiliar. Las obras empezaron hace cuatro meses, pero los problemas se agudizaron hace un par de semanas, lo cual llevó a cerrar la atención al público desde el 25 de abril. Posteriormente obligó a los libreros a dejar esa vivienda.

En su cuenta en Facebook Ana y Carlos compartieron un video en el que se aprecia las grietas en las paredes. Además, expresan su malestar porque los propietarios de la casa se niegan a devolverles el adelanto de arriendo.

Copiamos a continuación sus pedidos:

-Que garanticen la seguridad del inmueble y trasladen los libros a un lugar seguro. Nosotros no asumimos correr el riesgo en nuestras personas ni en las que forzosamente tienen que intervenir para mudar 8.000 títulos y muchos más volúmenes con claro riesgo de deteriorarse, con el costo económico que supondría.

– Que asuman su responsabilidad ante una situación en la que claramente no se calibraron ni se previeron los riesgos, y una vez producidos y notificados por nosotros a las partes implicadas, tan temprano como el 13 de marzo, no ha habido ninguna acción al respecto. Se ha dejado que los daños continuaran y se agravaran hasta perjudicarnos gravísimamente, obligándonos a abandonar la vivienda y la librería por la seguridad de los propios visitantes y nosotros mismos y se han dejado pasar doce días desde que se certificara que había un riesgo grave sin ninguna acción ni de la constructora, ni del propietario ni de la municipalidad.

– Exigimos que por supuesto se nos devuelva la renta anticipada que nos pertenece.

– Exigimos que se afronten los daños y perjuicios que nos han causado dejándonos sin casa y sin librería con el daño que supone para nosotros a nivel material, pero para todo el distrito que participaba del lugar.

Queremos seguir con nuestra vida. Llevamos tres semanas de infierno. No podemos más.

 

Un proyecto como La Libre es un oasis barranquino, distrito que hasta antes de este maravilloso espacio, se distinguía solo por sus bares, discotecas y restaurantes. Una librería era un regalo para un tradicional distrito limeño, cuna de escritores como Martín Adán, José María Eguren y tantos más.

Desde este espacio les expresamos nuestro respaldo y esperamos que pronto vuelvan a reabrir, pues desde hace dos años La Libre se ha convertido en un lugar necesario para la cultura.

El video en el que se puede apreciar cómo ha quedado afectada la vivienda que alberga a La Libre