El amor en los tiempos de la ópera

Giuseppe Verdi (1813-1901), conocido por su prolífica producción operística, recurrió muchas veces a la literatura para los argumentos de sus magníficas obras. Entre sus más insignes composiciones tenemos las adaptaciones de Macbeth, Otelo, Falstaff; de Shakespeare, así como de La dama de las camelias, de Alejandro Dumas hijo, la cual inspiró una de sus grandes óperas: La traviata. En este post nos ocupamos precisamente de esta última historia.

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Por Christian Ávalos Sánchez

El 2013 será un año especial para el numeroso público verdiano. No solo se celebrarán doscientos años del nacimiento del gran compositor italiano Giuseppe Verdi (1813-1901), sino también los 160 años del estreno de La traviata, una de sus óperas más conocidas y que forma parte de su «trilogía popular» (la que está integrada además por Rigoletto e Il trovatore).

Verdi, quien se veía a sí mismo como un hombre de campo, es sobre todo conocido por su prolífica producción operística, en la cual, muchas veces, recurrió a la literatura en búsqueda de argumentos para sus óperas. Así, entre sus más insignes composiciones figuran argumentos adaptados de obras de William Shakespeare (Macbeth, Otelo, Falstaff), Alejandro Dumas hijo (La traviata, basada en La dama de las camelias) o Antonio García Gutiérrez, dramaturgo español (Simon Boccanegra, Il trovatore).

En plena ebullición de los nacionalismos europeos, a mediados del siglo XIX, los autores tenían que enfrentar una feroz censura de parte del orden establecido que no veía con buenos ojos el surgimiento de estas inquietudes, como el movimiento unitarista en Italia, el cual recibía el apoyo de artistas como Verdi, quien se las arreglaba para imprimir estos sentimientos revolucionarios en su obra (el ejemplo de Nabucco es emblemático, en el que el exilio del pueblo babilónico es convertido por el compositor en el exilio del pueblo italiano, invadido por potencias extranjeras), propios del romanticismo de la época.

Verdi empezó a dejar las historias lejanas en el tiempo para utilizar historias y personajes contemporáneos a él y su público, para que así el espectador se sintiese identificado con lo que acontecía en el escenario; esto marcaría un cambio de vientos en la ópera. En la caza de estas historias adaptó a la ópera la versión teatral de la novela de Alejandro Dumas hijo La dama de las camelias (1848), con libreto de Francesco Maria Piave.

post_latraviata.jpgEsta novela nos narra el romance entre Margarita Gautier, una atractiva cortesana, y Armand Duval, joven acomodado cuyo gran amor hacia Margarita lo lleva a desafiar las convenciones y la doble moral de la sociedad de su época. Esta historia estaba inspirada en la propia vida de Dumas hijo y en su escandalosa relación con Marie Duplessis, condesa de Perregaux, quien, como la protagonista de la novela y de la ópera, era una cortesana que murió a causa de la tuberculosis. Hay quienes afirman que Giuseppe Verdi se identificó plenamente con el romance de los protagonistas, pues él, por mucho tiempo, mantuvo una relación de convivencia con la soprano Giuseppina Strepponi, quien antes tuviera otras relaciones de las que concibiera dos hijos. Luego de diecisiete años de convivencia con la soprano, se casó en secreto con ella en 1859.

La novela entera es un racconto, en el que un narrador anónimo nos cuenta cómo, con pretexto de recuperar un ejemplar de Manon Lescaut, del abate Prevost, que regalase a la difunta Gautier, Armand Duval llega a ponerse en contacto con él. Aquel le refiere detalladamente su relación con Margarita y el trágico final que esta tuvo.

El preludio del primer acto es precisamente la forma como Verdi intenta captar la esencia del racconto. Desde el inicio se presenta ante nosotros una atmósfera fúnebre que ya adelanta el trágico final de su protagonista, pues la tuberculosis poco a poco irá acabando con ella.

Si bien en la ópera se obvia el detalle del gusto de Margarita (Violetta en La traviata) por las camelias (de ahí el apodo de «dama de las camelias»), en el extracto que presentamos de la ópera se reproduce casi fielmente al texto original en el que Margarita ofrece una camelia a Armand, y le promete que cuando la flor se marchite, podrá volver a verla. En la ópera de Verdi, Violetta Valéry, sin mencionar qué clase de flor es, se la entrega a Alfredo Germont y le hace el mismo ofrecimiento, mientras él vuelve a manifestarle su amor: locuras, delirios inútiles, diría ella.

 



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