El biógrafo Dasso Saldívar, el guionista cubano Senel Paz y la poeta peruana Giovanna Pollarolo participaron en una mesa en la que se recordó la vida y obra del gran Nobel colombiano, quien falleció el 17 de abril pasado.
Por Diego López Marina
El pasado viernes la Cámara Peruana de Libro presentó un homenaje al Premio Nobel de Literatura Gabriel García Márquez, quien hace apenas unos meses nos dejó a los 87 años de edad. En la cita estuvieron presentes, para contar algunas anécdotas del famoso escritor, su biógrafo Dasso Saldívar; la escritora peruana Giovanna Pollarolo y el escritor y guionista de cine cubano Senel Paz.
Con auditorio lleno, el autor de la biografía Gabriel García Márquez: El viaje a la semilla dio inicio con una intervención en la que refirió al origen de la obra del Nobel. Asimismo, a través de diversas fotografías proyectadas en el ecran del auditorio César Vallejo, hizo una reseña sobre cada uno de los espacios del antiguo hogar del escritor -la casa ubicada el municipio colombiano de Aracataca- a la que considera como: “determinante para la vida y la obra de Gabo, sobre todo, la de Cien Años de Soledad”. Así también, describió a aquellas personas que convivieron con él en su vida temprana, y como explica “que le dieron los elementos y la formación para ser, no solo el hombre, sino el escritor que fue”.
El biógrafo detalló algunas anécdotas que alegraron a los concurrentes. Como cuando a García Márquez se le mostró la supuesta reconstrucción de la vivienda de su infancia (ahora casa-museo) y solo optó por decir: “¡esa no es mi casa, yo no nací allí!”. Saldívar agrega: “Si exceptuamos el espacio y la distribución, ahí no hay nada que coincida con la casa original. Ni el tejado, ni los muros, ni las puertas o corredores, pertenecen a la casa primigenia de los abuelos del escritor”.
Explicó, además, la importancia de la figura materna y paterna en sus abuelos, y ese don del pequeño Gabito para escuchar detenidamente las historias que le contaban. Por su parte, doña Tranquilina Iguarán Cotes, la abuela, “fue muy influyente en su vida porque vivía en el mundo fantástico y de la superstición. Lo embrujaba con sus historias de muertos, y esa fue la experiencia más fructífera para el futuro escritor”.
En el caso de su abuelo,el coronel Nicolás Márquez, a quien García Márquez consideró como el personaje más importante de su vida y que dio vida a las historias del coronel Aureliano Buendía, “representaba el mundo heroico, épico, el mundo de las cosas que pasan, donde los muertos se mueren de verdad. Era el orden, era el civismo, era la seguridad”, explicó Saldívar.
Posteriormente el turno le llegó a Senel Paz, quien conoció a García Márquez, según él, de forma involuntaria, y debido a su vínculo con Cuba y a la Escuela Internacional de Cine San Antonio de los Baños. “Esas fueron dos grandes pasiones en la vida Gabo. En el caso del cine, como ocurrió con su relación con el periodismo, convirtió ese amor en acciones para ayudar a la formación de cineastas”, declaró Paz.
Para concluir la conversación, llegó el turno a Giovanna Pollarolo, que si bien no conoció a Gabo, hizo un repaso de hechos históricos y la influencia del escritor en su narrativa, pero sobre todo, en su vida como lectora.
El diálogo prometía mucho más cuando se había anunciado la participación de Jaime Abello, director de la Fundación para el Nuevo Periodismo Iberoamericano, sin embargo este finalmente no asistió, por lo cual se tuvo que invitar a Paz a completar la mesa. La presencia y conocimiento de Saldívar sobre la vida y obra de García Márquez, salvaron la noche.
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