Cuadernos de Obrajillo: tras las huellas literarias de Arguedas y Ribeyro

 

Presentamos el siguiente comentario sobre el libro escrito a seis manos por Paul Baudry, Luis Hernán Castañeda y Félix Terrones, quienes reconstruyeron los viajes realizados por José María Arguedas y Julio Ramón Ribeyro a este pueblo de la provincia limeña de Canta.

 

Por Jorge Cuba Luque*

“Para qué hacerlo fácil, si podemos hacerlo complicado”, bien pudieron haberse dicho Paul Baudry, Luis Hernán Castañeda y Félix Terrones, jóvenes escritores peruanos, al emprender un proyecto creativo poco usual: recrear en un texto a seis manos el viaje que hicieron al pueblo de Obrajillo José María Arguedas y Julio Ramón Ribeyro, cada uno por su lado y a varios años de intervalo.  ¿Por qué tal empresa? Los autores mismos lo dicen al final del libro: el objetivo fue trabajar en torno al lugar visitado tanto por Arguedas como Ribeyro, y que la idea y su ejecución surge en Obrajillo mismo. Y cuentan también la modalidad de trabajo era que cada uno escribía individualmente de nueve de la mañana a seis de la tarde, con una pausa para almorzar, y, al final de la jornada, los tres se reunían “para compartir sus avances y corregir sus páginas”.

Si hay que reconocerle un primer mérito a Cuadernos de Obrajillo, este es sin duda su duda su originalidad ya que por primera vez, surge en la narrativa peruana una ficción directamente elaborada a partir del relato de un viaje, de dos viajes en este caso: el evocado por Arguedas en El zorro de arriba, el zorro de abajo, sobre su estadía en 1968, y el del breve paso de Ribeyro en 1968, junto a un grupo de amigos, anotado en La tentación del fracaso, en 1983. El otro mérito es el del anonimato de la individualidad de la redacción, pues los autores no precisan quién escribió qué, la que no atenta contra la fluidez del texto.

Compuesto de tres partes, Cuadernos de Obrajillo consagra la primera de ellas a la estadía de Arguedas en Obrajillo, solo y tentado ya por el suicidio. La escritura tiene el tono y estilo del autor de Agua, y, como en El zorro…, la forma de un diario. Suerte de pastiche, en esta primera parte logra reproducir sin afectación ni excesos la interioridad de Arguedas, quien a pesar de su impotencia ante la vida, la misma que lo llevaría al suicidio un año más tarde, puede aún permitirse algunas “pequeñas alegrías” como llamar con nombres de escritores que admira a unos perros, o evocar sus encuentros sexuales con una afroperuana humilde, que no solo le dio placer sino también vitalidad. El Arguedas que Baudry, Castañeda y Terrones, ese Arguedas que en Cuadernos de Obrajillo se pasea como alma en pena en un pueblo pobre y triste, es una estampa de un escritor atormentado, elaborada con fineza y autenticidad. Haciendo un contrapeso, la segunda parte, dedicada a Ribeyro en Obrajillo, bajo la forma de un relato, una ficción a partir de las anotaciones tomadas de La tentación del fracaso, sobre el breve paso de Ribeyro por el pueblo, y las situaciones que vivió junto a sus acompañantes. Pero este “cuento” no es gratuito, y se alude más de una vez a la experiencia de Arguedas en aquel lugar.

Divertimento, pastiche, ejercicio literario o como se quiera llamarlo, Cuadernos de Obrajillo es un trabajo de calidad, tanto por su escritura como por su  indagación: ¿hasta qué punto el recuerdo de una estadía más o menos corta puede anclarse en un escritor? ¿qué queda en un lugar el paso de un escritor? Los miembros de este trío de autores no son advenedizos de la literatura: Paul Baudry es un serio académico e investigador de la obra de Ribeyro, Luis Hernán Castañeda y Félix Terrones tienen ya en su haber novelas de factura saludada encomiablemente por críticos y lectores, y este libro muestra ese bagaje, al haber recreado no solo las voces de Arguedas y de Ribeyro, sino por también al haber recreado Obrajillo pues, como expresan en la tercera parte: “Obrajillo nunca existió. Toca, por eso, inventarlo”.

 

 

* Jorge Cuba Luque (Lima, 1960). Estudió Derecho en la Universidad de San Marcos, donde se graduó de abogado en 1988. En 2004 obtuvo en la Universidad de Toulouse-Le Mirail un doctorado en Estudios sobre América Latina tras sustentar su tesis La presse de Lima et la littérature urbaine au Pérou. 1948-1955. Ha publicado los libros de cuentos Colmena 624 (1995) y Ladrón de libros (2002); los breves recuerdos Yo me acuerdo (2008), a la manera de Georges Perec; la novela Tres cosas hay en la vida (2010). Además, del libro de perfiles Mundiales y destinos (2018).