Eclosión Editores acaba de publicar en un libro que reúne poemas y testimonios de 22 escritores peruanos de distintas generaciones. En él figuran autores consagrados como Enrique Verástegui, Róger Santiváñez y Domingo de Ramos, así como voces jóvenes.
Por Jaime Cabrera Junco
El poeta y docente Manuel Luque acaba de publicar Confesiones de un descreído. Muestra de poesía peruana actual (Eclosión Editores, 2012), libro que tiene una doble función: es una selección y a la vez recoge los testimonios de un grupo de 22 poetas peruanos de distintas generaciones. La edición se propone confrontar la obra poética y la visión de hacer poesía de cada uno de los autores elegidos.
«Toco el tema del gusto en esta muestra debido a que los poetas citados tienen algo en común. En sus escritos hay una similitud o acercamiento en la forma de concebir el poema. (…) Sus manifiestos en estos libros quedarán como un registro para todos aquellos que quieran conocer, si es posible la idea, un poquito más de su intimidad literaria y creadora o simplemente sus fantasmas para darle otra connotación», sostiene Luque en el prólogo del libro.
Indudablemente por su trayectoria literaria destacan en esta muestra los poetas más importantes y que llevan algunas décadas de trabajo. Así, en las primeras páginas tenemos a Enrique Verástegui -destacado poeta del Movimiento Hora Zero-, a Róger Santiváñez y Domingo de Ramos -del movimiento Kloaka-, así como a Miguel Ildefonso. Sin embargo, también el libro nos presenta a jóvenes poetas como Martín Zúñiga, Karina Bocanegra, Albert Estrella y Paolo Astorga, nacidos en la década del 80.
Como decía en un inicio, este libro tiene una función doble. Lo que ha hecho el compilador es realizar una entrevista con las mismas preguntas a cada uno de los poetas incluidos en esta publicación. Así, tenemos preguntas como «¿qué significa para ti la poesía?» «¿Cómo definirías tu poesía?» «¿Cómo es tu proceso escritural?» Así como una lista personal de 10 libros que recomiendan leer.
La lectura en conjunto del libro nos permite conocer las distintas voces de los nuevos poetas y, por supuesto, reconocer a Verástegui, Santiváñez y De Ramos. En cuanto a las voces recientes, y haciendo la salvedad de que toda lectura y apreciación es subjetiva, me permito destacar los poemas de Johnny Barbieri (Lima, 1966) -especialmente Segunda muerte de María-, Isabel Matta (Lima, 1971) y Albert Estrella (Cerro de Pasco, 1985). Esto no desmerece el trabajo del resto, donde seguramente tienen mucho más que ofrecer. La idea de leer primero las entrevistas y luego leer los poemas nos permite conocer a las dos dimensiones al poeta y a su voz, he allí el mérito del libro.
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