Paul Auster y su novela ‘4 3 2 1’

 

Comentamos la más reciente novela del escritor estadounidense Paul Auster. Una obra ambiciosa por su extensión y que nos remite a los vaivenes del azar que caracterizan a este autor.

 

Por Jaime Cabrera Junco*

Un rayo cae sobre un amigo y lo mata. Tiene 14 años y está al lado de la víctima. La muerte repentina de su padre, a los 66 años, lo lleva de vuelta a la casa familiar y descubre un suceso oculto: su abuela había matado accidentalmente a su abuelo de un disparo. Una llamada telefónica equivocada le hace pensar en qué habría ocurrido si se hubiera hecho pasar por el detective solicitado a seguir el caso. Todas estas historias, reales, han nutrido la obra de Paul Auster (Newark, EE.UU., 1947), quien junto a Philip Roth es una de las figuras medulares de la narrativa estadounidense actual.

Valorado más en Europa e Hispanoamérica que en su propio país, donde algunos críticos califican su literatura de “pseudofilosófica” y “seudointelectual”, Auster es considerado un autor de culto por sus temas centrados en las relaciones familiares y, sobre todo, en las historias individuales sujetas a los vaivenes del azar o, como a él le gusta decir, frente a sucesos inesperados. ¿Qué habría cambiado si uno de nuestros padres muriera prematuramente o si decidieran divorciarse? ¿Qué tan diferente sería nuestra vida si de pronto nos volviéramos ricos o, por el contrario, si nos viéramos obligados a mendigar en las calles? Hay momentos cruciales a los que nos enfrentamos y estos desencadenan historias. El universo literario de Paul Auster nos muestra estas posibilidades a través de la vida de sus protagonistas, la mayoría los álter ego del autor: escritores, académicos o estudiantes universitarios. Todas estas historias tienen como telón de fondo la ciudad de Nueva York.

 

Auster elevado a la cuarta 

​4321 es su novela número 17 tras una pausa luego de dos libros de no ficción: Diario de invierno (2012) e Informe del interior (2013). Es su obra más extensa, con 957 páginas, y potencia lo anteriormente mostrado en novelas como El palacio de la Luna (1989) y Leviatán (1992). El autor nos ofrece una propuesta ambiciosa: la de contarnos las primeras fases de la vida de un individuo, desde su nacimiento hasta que ingresa al mundo de los adultos. Si bien algunos críticos se han rendido ante esta novela, considerándola la mejor de todas, no es menos cierto que una propuesta como esta tiene sus riesgos. Es tan maravillosa, pero por momentos densa al ofrecernos una variante en la narrativa de Auster: muchas más descripciones y frases más extensas.

El título hace alusión a las cuatro historias diversas de un mismo personaje: Archibald ‘Archie’ Ferguson, un estadounidense judío, quien enfrenta cuatro situaciones distintas. En una, su padre muere en un incendio cuando es un niño; en otra, muere a los 14 años al caerle un rayo encima. En la tercera, Ferguson es un adolescente conflictuado sobre su sexualidad, en tanto tiene aspiraciones de convertirse en crítico de cine y vivir en París. En el cuarto, Ferguson procede de una familia adinerada, y es el autor de 4321. Esto, que puede sonar enredado, tiene mucho sentido en la poética del autor: imaginar lo diferente que podrían ser las cosas mientras seguimos siendo los mismos.

La prosa ágil y algunos chispazos de humor —por el que lo han comparado con Philip Roth— hacen de esta obra de 957 páginas una suma de todas las novelas de Auster. No me atrevería a decir que es la mejor, pues ante La invención de la soledad, El palacio de la Luna o Leviatán, tengo mis dudas, pero es la obra más ambiciosa de un autor que echa mano de historias aparentemente anodinas para desenredar la madeja y llevarnos por las posibilidades que nos ofrece la vida de un mismo individuo.

 

*Reseña publicada en la columna Leo por gusto del diario Perú21, 26 de enero de 2018