Este post es una triste excepción a nuestros contenidos sobre libros y literatura. Sin embargo no podíamos dejar de contar lo que nos pasó y alertar a las demás personas que acudan con equipos tecnológicos a que no les pase lo que a nosotros.
Vivimos en una ciudad insegura, lo sabemos de sobra, pero no imaginábamos que en el lugar donde más seguros pensábamos estar, como las instalaciones de la Feria del Libro, nos ocurriera el robo de nuestros equipos: una cámara de video handycam Sony HDR-XR520, y una cámara fotográfica semiprofesional Canon EOS 1100.
Este es un blog de libros, y como la idea es hablar de ello y de sus autores, solamente queremos aclarar cómo pasó, dónde pasó y alertar -lamentamos escribir esa palabra- a los colegas periodistas, a expositores y público en general a que tengan cuidado con sus equipos para que no les pase a los que nosotros.
El robo ocurrió en la denominada «sala de prensa», entre comillas porque se trataba de una mesa de vidrio que estaba a la vista del público y para colmo a poquísimos metros de la puerta de entrada que da a la avenida Salaverry. Quien escribe esto -Jaime Cabrera- asistió a la inauguración de la feria y luego de tomar fotografías y grabar unos fragmentos de videos, de inmediato procedí a subir las fotos a nuestras cuentas de Facebook y Twitter. Como en Internet la inmediatez manda, y más aun en una actividad tan importante, empecé a redactar la nota de la inauguración de la feria. Las cámaras estaban dentro de una mochila color negro y ubicada a mi pies por el lado izquierdo. Debido a la concentración que exige la redacción de un texto, alguien aprovechó y tanteó que llevaba equipos en la mochila -pues junto a ella había un trípode dentro de un estuche- y se la llevó. Al alertar a la encargada de prensa de la Cámara Peruana del Libro, y al agente policial que se ubica precisamente en la entrada de la avenida Salaverry, entenderán ustedes que la respuesta fue como que ya todo está consumado. Agradezco, sin embargo, la buena disposición de ellos, pero en la práctica sé que ya no hay nada que hacer, salvo alertar de esta situación.
Sinceramente, tenía y tengo la mejor predisposición y entusiasmo de participar en la Feria del Libro de Lima, cuya 17 edición tiene como país invitado a Argentina. Pero este hecho, que empaña tristemente este evento que esperábamos con mucha expectativa, nos ha golpeado. A eso súmenle que los equipos son propios, y la cámara de fotos era nueva.
Sin embargo, seguimos adelante con el blog y vamos a ingeniárnoslas para llevarles las actividades y novedades de la feria. ¿Y por qué no dejamos de cubrirla como ‘señal de protesta’? Porque los libros y la literatura nos importan mucho más.
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