Martin Amis en el Hay Arequipa: “Escribir viene de una ansiedad silenciosa”

El autor inglés Martin Amis sostuvo que para él la escritura involucra no sólo la mente sino todo el cuerpo. Señaló también que la genialidad no se puede impartir en los talleres y que la lectura es el alimento del escritor. Se dio tiempo para hablar de política y señaló que políticos como Donald Trump no merecen ni un voto.

 

Por Jaime Cabrera Junco, desde Arequipa

Se puede ser un rebelde a través de la palabra escrita y un gentleman al hablar y con algunas actitudes. Esa fue la impresión que dio en el Hay Festival Arequipa –no se olvide, se pronuncia “jei féstival” – el escritor británico Martin Amis, quien venía precedido de la etiqueta de provocador, y aquí ha dado muestras de humildad y de caballerosidad. Ha firmado libros sin chistar y, antes de su presentación, como cualquier hijo de vecino estuvo fumando a pocos metros de la puerta del Teatro Municipal en la calle Mercaderes, en el centro histórico de la Ciudad Blanca.

Amis, nacido en Oxford en 1949, acaba de publicar en español una novela titulada La zona de interés (Anagrama, 2015), donde se refiere en tono satírico al Holocausto, lo cual le ha valido -para variar- nuevas críticas. Por el contrario, su presentación en Arequipa tuvo más bien un feeling sobre el acto de escribir, aunque arrancó hablando de política y mencionó que personajes como el ultraconservador norteamericano Donald Trump “no merecen ni un voto”. El diálogo con Peter Florence, fundador de los Hay Festival, fue muy ameno y si bien en gran parte se debió al interlocutor el mérito del anfitrión fue conducir la conversación con agilidad como para que Amis se luzca y meta los goles.

Luego de esta alusión política, inevitable pues su narrativa se refiere a ella con punzante humor, el autor británico habló del acto de escribir. Sostiene que si bien la genialidad no es posible adquirirla, a través de la persistencia el aspirante a escritor puede lograr un aprendizaje de la técnica que lo acerque a la brillantez literaria. Pero también señaló que el escritor “tiene que querer al lector”, un buen ejemplo de ello –dijo- fue Vladimir Nabokov, y el antiejemplo por antonomasia es James Joyce, un autor que es como aquellos anfitriones “que te dicen que te van a servir una comida que no te va a gustar”. “Yo procuro ser un buen anfitrión”, dijo Amis, quien recordó que su padre y su madrastra fueron escritores y a esta última le debe su primer impacto literario al haber leído a Jane Austen.  “Fui consciente de que mi padre era escritor, pero no sabía qué tipo de autor era”, relató para agregar luego que el talento literario no es hereditario y citó como casos a los hijos de Nabokov y de Saul Bellow, a quienes conoció y leyó textos suyos.

Pero la frase más memorable de la noche llegaría al hablar de su experiencia como escritor. “Escribir viene de una ansiedad silenciosa. Una novela llega a uno en un momento extraño, es un estremecimiento”, expresó Amis al auditorio y confesó que para él “la escritura es algo más físico. Todo el cuerpo participa en ella”. Contó que se pasa dando muchas vueltas sobre lo que escribe y es que “algunas novelas necesitan un estilo calmo, mientras que otras demandan pirotecnia”. Además, para él el estilo literario se va acomodando poco a poco y el escritor jamás “debe envidiar los libros de los demás. Es una pérdida de energías”.

Al final de la charla vendrían las preguntas del público, una de ellas de un joven participante, quien le pidió que se refiera a su experiencia dictando talleres literarios y si cree que son importantes para la formación de un escritor. “Uno no puede enseñar genialidad en los talleres. Se puede aprender importantes reglas de escritura. Pero es importante tener en cuenta que la lectura es el alimento del escritor”, señaló cerrando una de las primeras jornadas de este Hay Festival Arequipa, donde la participación del público ha sido importante en número y entusiasta al momento de acercarse a invitados internacionales que nunca han sido vistos en esta ciudad ni en el país.