El político paraguayo Carlos Mateo Balmelli debuta como escritor con una historia cuyo trasfondo romántico se intersecta con los últimos años de la dictadura de Alfredo Stroessner.
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“Detrás de esta novela no hay un escritor profesional sino un escritor inspirado”, afirma Carlos Mateo Balmelli (Asunción, 1961), un político de carrera que se define como un escritor aficionado y que visitó Lima para presentar su primera novela titulada La pasión de Lucrecia (Suma de Letras, 2013), la cual está ambientada en la década del 70 cuando ya empezaba a declinar la dictadura del militar paraguayo Alfredo Stroessner, quien gobernó su país durante 35 años.
El título del libro aunque puede sonar más a telenovela nos ofrece un contrapunto: por un lado está la historia de amor entre la hija del ministro favorito del dictador y un guerrillero encubierto, y en paralelo tenemos la figura de Stroessner como todopoderoso gobernante, aquel que solo está dispuesto a delegar el poder después de muerto. El autor como político maneja con mayor solvencia esta parte con mayor pericia, en tanto la historia de amor, sobre todo por sus diálogos, cae en los lugares comunes y frases cursis.
Lucrecia es la hija adolescente del ministro del Interior, Octavio González Miranda, quien se siente como sucesor natural del dictador. Sin embargo cuando la joven conoce al guerrillero encubierto Baltasar de La Sobera la historia se complica para el ministro. Este pretendiente llegó de Argentina donde fue formado como insurgente y tiene contacto con la organización que en 1980 atentaría contra Anastasio Somoza Debayle, dictador depuesto de Nicaragua, que estaba exiliado en Asunción. El autor afirma que lo que ha hecho es ficcionalizar los personajes pero bajo algunas circunstancias históricas.
Mateo Balmelli afirma que en el balance la historia de Lucrecia se impone a la del dictador, “yo diría que le gana”, sostiene. “No quise hacer una novela sobre la figura del dictador latinoamericano “, agrega tras afirmar que fue el filósofo peruano Fernando Carvallo, quien lo animó a escribir esta novela y que incluso a él le fue enviando algunos avances de esta historia.
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