Para escribir sobre este evento cultural había que visitar Arequipa y conversar con las personas involucradas en su realización. Así lo hicimos. Si bien fueron solo dos días, nos quedó claro que en la feria entusiasmo sobra y que seguramente crecerá pronto.
Por Jaime Cabrera Junco*
Una feria chica pero con grandes pretensiones. Esa impresión me llevé de mi visita de dos días a la Cuarta Feria Internacional del Libro de Arequipa, la cual reúne a editores, escritores, músicos y lectores. Y cuando digo chica solo lo hago para poner en relieve la importancia de esta ciudad -la segunda del Perú-, donde nacieron renombrados intelectuales, políticos y escritores como el Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa y Oswaldo Reynoso, solo por mencionar a los más renombrados.
A diferencia de lo que ocurre en la Feria del Libro de Huancayo, el Gobierno Regional de Arequipa sí contribuye a la realización de este evento en el que también participa la asociación cultural Artequipa conformada por las universidades San Agustín y Católica Santa María, así como por los institutos culturales Peruano-Norteamericano, la Alianza Francesa, Peruano-Alemán e Ítalo-Peruano. Por ese lado, se debe resaltar la unión de varias instituciones para llevar adelante esta actividad que permite abrir la oferta cultural en una región en la que el crecimiento económico se observa en sus cuatro grandes centros comerciales y en los numerosos vehículos que transitan por sus avenidas y calles.
El parque Libertad de Expresión, de Umacollo, ubicado en el distrito de Yanahuara es el escenario de esta actividad que comenzó el 21 de setiembre y va hasta el 3 de octubre. Los stands y los auditorios improvisados sobre el césped ocupan la parte central de esta área a la cual se han tenido que adaptar. En realidad, esto también pasa en la Feria del Libro de Lima ante la falta de un espacio exclusivo para la organización de eventos como este. La ventaja, en todo caso, es que a pocos metros se encuentra la Universidad Católica Santa María, y por ello el público joven es el que en buen número recorre la feria a la que el ingreso es gratuito. El objetivo de este año es superar los 100 mil visitantes del año pasado, es decir casi el 10% de la población.
Fredy Tito, coordinador general de la FIL Arequipa 2012, resalta que la particularidad de esta feria es que en ella las actividades comienzan en la mañana y no a partir de la tarde como es común. Y así es. Desde las 9 a.m. se abren las puertas para que escolares y maestros participen en charlas de animación a la lectura o talleres relacionados al libro. En las tardes son las presentaciones de libros y sobre las ocho, el cierre es con un espectáculo musical.
Entre los 76 stands de la feria encontramos los de las editoriales arequipeñas, que publican a autores de la ciudad o de regiones próximas del sur, como Puno, Moquegua y Tacna. Destaca, por ejemplo, Cascahuesos Editores, creada en 2007 y dirigida por José Córdova, poeta y editor de obras de narradores arequipeños como Oswaldo Reynoso, Yuri Vásquez y Orlando Mazeyra. Así también encontramos a Ciudad Editorial, a cargo de Arthur Zeballos -hasta hace poco en Cascahuesos-, quien ha editado al escritor ancashino Óscar Colchado Lucio y la segunda novela de la música y escritora arequipeña Zoila Vega.
Asimismo, el gobierno regional ha publicado un libro titulado 17 cuentos peruanos desde Arequipa, que incluye relatos de Mario Vargas Llosa, Oswaldo Reynoso, Jorge Eduardo Benavides, Orlando Mazeyra; entre otros narradores arequipeños. La edición estuvo a cargo de José Córdova. Un interesante resumen del aporte arequipeño a la literatura peruana.
En cuanto a invitados internacionales destacó la presencia del ‘biógrafo oficial’ de Mario Vargas Llosa, el español Juan Jesús Armas Marcelo, quien participó en tres actividades en la feria, hablando de su amigo, el Nobel. De otro lado, el homenaje central estuvo dedicado al autor de País de Jauja, Edgardo Rivera Martínez, así como a arequipeños ilustres como la actriz Delfina Paredes, el historiador Héctor Ballón y la poeta Andreína Rivera.
Es una feria chica, como decía en un inicio, pero tiene mucho potencial para crecer, pues tiene todos los ingredientes necesarios para hacerlo: instituciones comprometidas, escritores y público, al que falta involucrar más con esta actividad. Espero corroborarlo en una próxima visita.
*Soy redactor del diario Perú21 y creé el blog Lee por gusto en noviembre de 2010 y le dedico el 100% mis días libres: jueves y viernes. Esto empezó como un pasatiempo, pero cada día me lo fui tomando más en serio y gracias a la colaboración de algunos amigos esta página va creciendo. El nombre del blog habla por sí solo, esto lo hago por gusto, pero en el buen sentido de la palabra, no en su expresión más cruda que quiere decir «por las huevas».
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