Hay Festival Arequipa: una ciudad abrazada por la cultura

El ambiente empezó a calentar en la Ciudad Blanca para este festival cultural internacional que por primera vez llega al Perú. Las actividades se realizarán del 5 al 8 de diciembre en distintos escenarios del Centro Histórico.

 

Por Jaime Cabrera Junco, desde Arequipa

Arequipa te abrasa al llegar. Sí, con s, pues la intensa radiación solar se siente de inmediato al caminar por sus calles. Pero Arequipa también nos abraza por la amabilidad de sus personas que nos han ayudado en estas primeras horas de cobertura del Hay Festival –ya aprendimos que se pronuncia “jei féstival” –, que reunirá a más de 80 personalidades del ámbito cultural local e internacional y que tendrá transitando por el Centro Histórico a escritores con Martin Amis, Irvine Welsh, Fernando Savater, Alberto Fuguet; los periodistas Jon Lee Anderson y Leila Guerriero, entre otras figuras del cine, la música y el teatro.

Aunque creíamos que la recepción del evento era mucho más tibia, notamos que hay expectativa, especialmente de aquellas personas del ámbito cultural arequipeño. También de estudiantes de periodismo, y de ciencias sociales, y uno que otro ciudadano de a pie. Vimos a decenas de personas comprando con anticipación los boletos para los conversatorios y presentaciones que se realizarán durante cuatro días en el Teatro Municipal, la Biblioteca Regional Mario Vargas Llosa, el paraninfo de la Universidad San Agustín, la Alianza Francesa; entre otros ambientes del hermoso Centro Histórico, en cuyas edificaciones destaca el sillar, esa piedra volcánica al que se le debe la denominación de Arequipa como la Ciudad Blanca.

¿Qué le puede aportar el Hay Festival a Arequipa y viceversa? Le hicimos la pregunta a Cristina Fuentes La Roche, gestora cultural española y directora del Hay Festival para América Latina: «Arequipa le aporta muchísimo al Hay Festival. Nos interesaba muchísimo la riqueza cultural de este país y tener un foro de encuentro local e internacional era importante para crear puentes. Además, como traemos personalidades internacionales, nos gustaría llevar gente de Arequipa y de Perú a otros festivales. Ese intercambio es importante para nosotros. Además enriquece muchísimo el intercambio de ideas para analizar el mundo, pues nuestro objetivo es analizar el mundo de hoy y analizar el mundo de mañana«, nos dice con elocuencia y haciendo una pausa cuando vemos que el equipo del Hay andaba a todo tren.

El Hay Festival, como también nos lo dice su directora, no es una feria del libro ni un evento académico sino un festival de ideas. “El Hay Festival es una celebración de la palabra escrita y oral”, añade. La llegada de este gran evento cultural se debió en gran parte a las gestiones de Mario Vargas Llosa, hijo predilecto arequipeño y quien desde hace cinco años lo propuso y por fin pudo concretarse. El festival nació en el año 1988 en un pueblo de Gales llamado Hay-on-Wye, que tiene menos de 2 mil habitantes y unas 41 librerías, una media alta y que la ha vuelto un centro cultural importante en el Reino Unido. Por eso mismo, los Hay Festival se desarrollan en ciudades que no sean la capital de los países que los albergan. Así, en Colombia se realiza en Cartagena; en España, en Segovia; y en México, en Xalapa.

Arequipa ha crecido mucho en los últimos años. Es acaso la segunda ciudad más importante del Perú. La capital provincial tiene más de 969 mil habitantes y está a 2,300 metros sobre el nivel del mar, que casi no se perciben, excepto si se intenta correr o subir más de dos pisos por las escaleras. Amanece a las 5 de la mañana, y para entonces el sol ilumina la ciudad en cuyo fondo se aprecia el volcán Misti, célebre montaña al que incluso le han dedicado canciones y que ha derivado prácticamente en un gentilicio: mistiano.

Tenemos cuatro días por delante para disfrutar no solo de la belleza arquitectónica de la ciudad sino también de estos conversatorios con los invitados internacionales. Nosotros nos hemos invitado por nuestra cuenta a este Hay Festival, y es que no nos lo queríamos perder. Ya les contaremos cómo resultó todo.