Eduardo Galeano, ese contestatario de 71 años

Fue ovacionado tantas veces durante su presentación que daba la impresión que estábamos en un acto meramente político. Aunque en realidad, para el público que colmó el auditorio José Hernández de la Feria del Libro de Buenos Aires, el uruguayo Eduardo Galeano decía verdades completas (y no a medias) sobre nuestra realidad política. Así vimos nosotros a este ensayista conocido por su clásico libro Las venas abiertas de América Latina, y que volvía después de una década a este evento anual dedicado al libro.


[youtube http://www.youtube.com/watch?v=3givUkrZnlc&w=560&h=315]


Jaime Cabrera Junco,
desde Buenos Aires

La capital argentina tuvo anoche su primera noche fría en lo
que va del otoño, pero aun así había muchísima gente haciendo cola para
ingresar al auditorio José Hernández. El ensayista uruguayo Eduardo Galeano
volvía después de una década a la Feria del Libro de Buenos Aires y esta vez lo
hacía para presentar su nuevo libro titulado Los hijos de los días, un conjunto de ensayos dividido en 366
partes, uno por cada día del año.

Mencionaba lo del frío en Buenos Aires porque este contrastaba
con la calidez que se vivió anoche, donde más de 2,500 personas ovacionó a este
visitante uruguayo que leyó fragmentos de su nueva obra cargada con su
particular visión del mundo. Es que Galeano, un hombre de izquierda, no se ha
ablandado o resignado, lo cual podría ser síntoma de una vejez ideológica. No. Galeano
parece un indignado del mundo, ese que ya describía en su ensayo Las venas abiertas de América Latina.

«Y los días se echaron a caminar y así fuimos hechos
nosotros. Si nosotros somos hijos de los días no tiene nada de raro que cada
día tenga una historia», con estas palabras empezó el pensador uruguayo su
participación en la feria, la cual rebasó las expectativas porque hubo unas mil
personas (y no exagero) que tuvieron que conformarse con verlo en una pantalla,
pues no todos lograron ingresar al auditorio más grande del campo ferial
destinado para este evento.

galeanopantalla.jpg

Galeano hizo gala durante toda la noche de su lectura crítica
de la realidad, y por eso arrancó tantos aplausos (a veces risas) con frases
como aquella que «si la naturaleza fuera banco, los Estados Unidos ya la habría
salvado», o que terrorismo es también ocupar otros países, estrangular los
salarios y traficar con el miedo.  «¿No
será que el hambre de los pobres sacia nuestro apetito y su desnudez es la que
nos viste?», decía este intelectual cuyo libro dedica cada día del año a un
acontecimiento histórico que es, a su vez, contrastado con la realidad.

«Octubre 12. El descubrimiento. En 1492 los nativos
descubrieron que eran indios y que estaban desnudos. Descubrieron qué era el
pecado, descubrieron que debían obediencia a un rey de otro país y descubrieron
a un dios que había inventado el castigo», decía Galeano y con ello los
aplausos del auditorio irrumpían e interrumpían la lectura de este autor de 71
años de edad.

 «Junio 3. Otra derrota de la civilización. La gente de
Tambogrande, en Perú, sabía que vivía en un lecho de oro y que el Gobierno
había vendido el pueblo entero a la compañía canadiense Manhattan. Hoy, en
2002, los habitantes decidieron vivir de sus mangos, limones, de todos sus
frutos, y no del oro. Ellos saben que el oro enloquece a la gente. En 1533
Francisco Pizarro mandó a ahorcar a Atahualpa, quien le envió todo el oro que
le pidió (…) Las sanguijuelas modernas te venden buena salud mientras te
acompañan al cementerio», fue una de sus frases dedicada a nuestro país, pero
también las hay sobre Bolivia, Ecuador, Venezuela; aunque son Estados Unidos y
la Iglesia Católica los que ocupan la mayoría de los días de este calendario
del pensamiento.

 En una entrevista concedida a la revista Ñ, del grupo
Clarín, Galeano decía que Los hijos de
los días
está inspirado en la cosmovisión maya, aquella en la que cada día
del calendario tiene una historia distinta. Y en este libro-calendario, el
ensayista recuerda el Día de lucha contra el Terrorismo (que para Estados
Unidos es el 11  de setiembre), la
instauración del Día del Medio Ambiente; el Día del Migrante, entre otros. Aunque
todo esto siempre desde el punto de vista de los poderosos, quienes son los que imponen esas fechas.

 Durante la hora y media que duró su presentación, Galeano
ha hecho degustar al público de sus frases y pensamientos. Ha sido una invitación
a la lectura de su obra y a la reflexión por las verdades incómodas que ella
encierra. Los asistentes, cuya única decepción fue no poder acercarse a pedirle
que les firme su libro -el autor tenía asuntos familiares urgentes que atender
y abandonó la sala apenas terminó su exposición-, se fue satisfecha con su dosis
de inconformismo que este pensador les ha insuflado. ¿Es mejor pensar que todo
lo que ocurre está bien? ¿O pensar que todo puede y debe ser mejor? Estas
preguntas resumen la esencia de Los hijos
de los días
.

 



No hay comentarios

Añadir más