Con homenajes a García Márquez y presencia de Vargas Llosa comenzó la Feria del Libro de Bogotá

FILBO2014Inaugura

La 27 edición de la tercera feria más importante de Latinoamérica fue inaugurada con la participación del Perú como país invitado de honor, cuya delegación la conforman 200 personas, entre escritores, artistas y editores.

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Por Jaime Cabrera Junco desde Bogotá

Entre peruanos y colombianos parece haber una buena química. Esta impresión, quizás antojadiza, me viene desde que hace un año visité Bogotá y encontré gente muy amable, hospitalaria, y con la que siempre hay algo que comentar porque nuestras realidades políticas y sociales se parecen mucho. Ahora, en 2014, he vuelto a visitar la Feria del Libro de Bogotá porque el Perú es el país invitado de honor y ratifico lo dicho anteriormente y veo que ahora el recibimiento que he tenido ha sido mucho más cálido que el del año pasado cuando llegué como un visitante incógnito.

Bueno, hablemos de la feria. Salvo por la excesiva demora en el inicio de la ceremonia de inauguración, podríamos decir que la participación del Perú en la FILBO ha dejado en este primer día una muy buena impresión y, como comentan aquí, nuestro país se ha tomado en serio el reto de ser el invitado de honor. La presencia de Mario Vargas Llosa ha tenido, por supuesto, un peso decisivo en este inicio de feria, incluso el que el presidente Ollanta Humala haya venido ha reforzado estas apreciaciones sobre la preparación del Perú para este evento editorial, que es nada menos el tercero en importancia en Latinoamérica detrás de las ferias de Guadalajara y Buenos Aires, la cual se desarrolla justo en estos días.

El impacto por la muerte de Gabriel García Márquez, acaecida el pasado 17 de abril, aún se percibe en las calles de Bogotá y ha marcado la pauta de la jornada inaugural de la feria del libro, donde fue recordado por el alcalde de Bogotá, Gustavo Petro; el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos; el presidente Humala, y por el propio Vargas Llosa, quien en su discurso señaló la capacidad de soñar del autor de Cien años de soledad y también la necesidad de que en el futuro haya “nuevos Macondos”.

gabofilbo2014PostEl primer día de la feria dejó traslucir los ajetreos típicos del debut, con instalaciones de último momento de los stands, por las correrías de los organizadores y también por parte de la delegación peruana que en estos 15 días de feria traerá a 60 escritores, entre ellos muchos de una nueva hornada que presentarán sus libros y podrán tener una vitrina importante en Bogotá. La prensa de aquí, naturalmente tiene mucha expectativa por Vargas Llosa, pero también durante un intercambio realizado durante la larga espera de la inauguración, empezamos a intercambiar nombres de escritores jóvenes que no se conocen en nuestros países y que tienen que pasar por la ‘bendición’ de España para que así sea.

Con la proyección de un slide de fotos y un audio con la voz de García Márquez comenzó esta edición 27 de la FILBO que se ha propuesto recordarlo en diversos espacios del recinto ferial, tal es así que, por ejemplo, en la puerta de ingreso principal hay una fotografía de él sonriendo y llevando un ramillete de flores amarillas.

 

LOS ROBOTS Y VARGAS LLOSA

Como suele pasar en estos casos, las ceremonias inaugurales están marcadas por el protocolo, por la diplomacia. Más aun los discursos de los políticos, en el que siempre se suelen resaltar algún tipo de lazo entre los países: económicos principalmente y culturales, después. Por eso el discurso de cierre de Mario Vargas Llosa fue un aire fresco para tanto acartonamiento. Y desde el inicio, el Nobel peruano empezó contando una historia, en la que un venezolano le aseguraba que algún día las novelas serían escritas por robots y no por novelistas.

«Tengo la esperanza de que los jóvenes bogotanos, colombianos, latinoamericanos, españoles, del futuro, no permitan que las máquinas, que el cerebro artificial, que los robots nos arrebaten el quehacer fundamental de crear historias, de inventar mundos distintos», señaló el escritor peruano, quien discretamente se refirió a su otrora gran amigo Gabriel García Márquez, al sostener que los robots no podrían nunca crear mundos imaginarios como Macondo.

Finalizada la ceremonia se inauguró el pabellón del Perú,el cual debido al ajetreo, al aparato de seguridad y restricciones no he podido aún recorrer. Desde afuera se ve imponente y, según se informó, allí se venderán libros, se exhibirán algunas muestras artísticas y objetos artesanales, y también –cómo no- incluye un patio de comidas. Como para darle más fuerza al lema de la FILBO 2014: “El Perú en boca de todos”.

 



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