Carla Guelfenbein: “Cuando uno comienza un nuevo libro se está jugando el pellejo”

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Conversamos con la escritora chilena Carla Guelfenbein, ganadora del Premio Alfaguara de Novela 2015 con «Contigo a la distancia», una obra cuya protagonista toma como modelo a su admirada Clarice Lispector.

 

 

Por Jaime Cabrera Junco

Aunque afirma haber escrito desde muy niña, su visibilidad como escritora estuvo mucho tiempo en suspenso. Sus padres, una pareja de origen ruso-judío, se exilió en Inglaterra tres años después del golpe militar de Augusto Pinochet acaecido el 11 de setiembre de 1973. Carla Guelfenbein (Santiago, 1959) había estudiado Biología en la Universidad de Essex, con especialidad en genética, y más adelante Diseño, campo que la llevó a trabajar en agencias de publicidad y luego en revistas de moda. A los 40 años es que recién publica su primera novela, El revés del alma (2002), a la que le siguió La mujer de mi vida, considerada la mejor novela de 2005 por los lectores del diario chileno El Mercurio. Esta obra ha sido traducida a 14 lenguas. Luego vendría El resto es silencio (2008). Este año su novela Contigo a la distancia ha ganado el Premio Alfaguara 2015 y se trata de una novela de suspense literario, donde se entrelazan amores y enigmas, que giran en torno a la circunstancia de una mujer, Vera Sigall, cuyo modelo se inspirada en la escritora brasileña de origen ucraniano, Clarice Lispector. Además, por coincidencia, la bisabuela de Guelfenbein también nació en Ucrania. “Sigall es el apellido de mi bisabuela, quien llegó de Ucrania a Chile de la misma forma que llegaron los padres de Clarice a Brasil”, señala la autora al referirse a la protagonista de esta historia que recientemente presentó en la Feria del Libro de Lima.

 

La última vez que conversamos habías publicado tu novela Nadar desnudas (Alfaguara, 2012). Ahora acabas de ganar el Premio Alfaguara de Novela con Contigo a la distancia. ¿Este reconocimiento ha cambiado en algo tu circunstancia como escritora?
Bueno, sí y no. Acá estamos conversando de literatura y escritura que es lo que nos gusta, así que eso no cambia. A mí como escritora me queda un gigantesco trecho por andar, un poco menos grande que tenía la última vez que nos encontramos (ríe), pero es un camino que se está haciendo. En ese sentido, ser escritor es un continuum. ¿Qué es lo que ha cambiado respecto a antes? El hecho de que la novela se haya editado simultáneamente en 19 países, lo cual es algo que no me había ocurrido…

Y que estés en una gira casi como de rockstar…
Sí, claro (ríe). Nada de artista de rock porque me acuesto muy temprano para resistir esta gira (vuelve a reír). El premio da una exposición, y en ese sentido algunas cosas han cambiado.

ContigoAlaDistanNovelaAhora nos entregas una novela que ha sido calificada como una obra de ‘suspense literario’. Tu libro tiene como tema central la muerte, el misterio y también el amor. ¿Cuál fue el punto de partida de esta novela? ¿Inicialmente la planeaste de una manera y tuvo un giro sorpresivo?
Absolutamente. La verdad que te diría algo muy insólito: cuando empecé Contigo en la distancia pensé que era una de mis novelas menos ambiciosas, porque la quería escribir en código de thriller. El thriller es casi como un subgénero, de allí que sea menos ambiciosa respecto a Nadar desnudas que tenía como fin abarcar un periodo de la historia de Chile durante la dictadura de Pinochet. Con esta novela quería, por otro lado, hacerle un homenaje a Clarice Lispector, que es una escritora que he admirado toda mi vida. La empecé sin saber muy bien qué historia contar, pero tenía muy claro a los personajes que iba a poner en juego en esta historia que son cuatro: Horacio, Vera, Daniel y Emilia.  Hay una cantidad de aspectos de la historia, que la han ido complejizando que no tenía en absoluto presupuestada.

¿Cómo has ido manejando el suspenso? En Nadar desnudas había suspenso, pero en esta historia el núcleo principal es el misterio.
En esta historia hay muchos secretos. Evidentemente que parte de cualquier historia narrativa es qué lo que viene después. Hay un elemento fundamental, que el lector tiene que preguntarse qué viene después. Aquí hay varios misterios. El primero, el de la protagonista que es Vera Sigall que en la primera escena se cae de las escaleras y queda en coma. Su vecino, Daniel, sospecha que no fue un accidente sino que algo o alguien precipitó su caída. Allí comienza una búsqueda que es también interna en torno a este personaje.

Ahora que estás mencionando ya a los personajes de la novela, una de las características del libro es el de las voces de estos personajes. Es decir, cada uno de ellos va narrando desde su punto de vista la historia
Bueno, la verdad es que no lo trabajé como fórmula sino que en la escritura se me iban planteando estos misterios. Los personajes, que tenían ciertas relaciones entre ellos, pero no lo tenía totalmente claro y que ellos van descubriendo también a medida que se desarrolla la historia.

Y ya fuera de esta novela, o acaso a partir de ella, ¿has desarrollado algún método de escritura? ¿Vas avanzando y leyendo lo escrito? ¿O prefieres escribir de corrido el libro?
A ver, escribo la novela completa. El método, si acaso tengo uno, es que en la mañana escribo y por la tarde corrijo. Nunca leo la novela entera. Nunca imprimo la novela hasta que está terminada y en ese momento empieza el largo, largo proceso de edición que por lo general me toma dos años.

Hay una fuerza que tiene el papel respecto de la pantalla de la computadora
Absolutamente. Siempre la leo en la computadora hasta el momento que la imprimo. Hay un montón de cosas que se ven en el papel y no el computador y me encanta como que de pronto se abre otra ventana y puedes entrar al texto desde otro prisma.

¿Qué aprendizaje has tenido en este proceso de escritura?
La principal diferencia respecto a mi primera novela es que el material con el cual trabajo, que son las palabras, era un material que me era más extraño, ahora siento que lo domino, que mis ideas fluyen en el lenguaje de una manera más clara. Esa sería la principal diferencia.

Yo sospecho, pero ahora lo dirás tú, que el premio da una mayor confianza para la escritura. ¿Te ocurre esto?
No, la verdad que no siempre es así, pues podría paralizarte. Por suerte antes de ganar el premio había empezado otra novela, que es una novela juvenil. Quiero entrar en un registro e incluso la voy a publicar con otro nombre, lo cual es otro espacio dentro de mí misma. Por lo tanto creo que es un buen paso hacia otra novela. No me siento más segura. Creo que cuando uno comienza un nuevo libro se está jugando el pellejo completo. Aquí no hay nada garantizado.

¿Por qué escribes? ¿Qué es lo que te impulsa a hacerlo?
No lo sé. Tu pregunta me hace acordar a la anécdota del escarabajo que le pide al ciempiés que le explique cómo es que camina. Este le explica cómo mueve las patitas, una tras otras, pero el escarabajo le pide luego que le muestre cómo lo hace, y el ciempiés nunca más pudo moverse. Creo que con esto te respondo (ríe).

 

 

LOS CINCO LIBROS FAVORITOS DE CARLA GUELFENBEIN

  1. Retrato de una dama, de Henry James.
  2. Ana Karenina, de Lev Tolstói.
  3. Nubosidad variable, de Carmen Martín Gaite.
  4. Una ciudad sitiada y La pasión según G. H., de Clarice Lispector.
  5. Rayuela, de Julio Cortázar.